Mantenga los pies secos la mayor parte del tiempo que puedas dijo el instructor y lo repitió varias veces, inclusive lo había dicho en clases, ya en la práctica de campo, algunos estudiantes no recordaron las instrucciones y antes de recorrer un kilómetro ya había metido sus botas en charcos de agua.
En la supervivencia en selva, así como en actividades de senderismo y trekking
conservar los pies secos, es importante. Tener los pies mojados da inicio a una
serie de incomodidades que se transforman en lesiones, que pueden llegar a ser graves e incapacitar al caminante.
Escoger una bota o zapatilla para ser usados en selva requiere de saber algunos datos elementales. Debes de conocer que tipo de pie tienes:
- Siempre compra tus botas o zapatillas en horas de la tarde, en que ya los
pies han retenido agua, mídete el calzado en ambos pies y cómpralo una
medida mas grande que la que usas, eso garantiza cero lesiones en la
corona de los dedos. - Hay botas diseñadas para ser usadas en la selva y hay zapatillas de
trekking o de media montaña, la característica de ambas es que el pie
respira y cuando por alguna razón se mete el pie en el agua y esta
sobrepasa el nivel superior de la bota, el agua que esta dentro es
expulsada por compresión hacia afuera, a través de pequeños orificios o a
través del tejido. No uses en el trópico botas o zapatillas selladas o uso en
alta montaña, esto hace que se retenga humedad dentro y facilite las
lesiones por humedad en el pie. - Las zapatillas de trekking y las de sendero que se venden como impermeables, lo son hasta que el agua cubra toda la pierna.
- Las medias de goretex y de algodón suelen retener mucha humedad, lo
mejor es usar medias de nylon y que tengan menos del 40% de algodón.
Ahora solo el tener el interior del calzado mojado, de dos a tres horas puede
facilitar la aparición de hongos y causar lesiones en la piel de los pies sobre todo en los bordes.
Algunos consejos validos para evitar lesiones por la humedad que deja el agua al ser retenida por la bota.
o Evita todo lo que puedas pisar charcos de agua.
o En pequeños riachuelos busca cruzarlos de manera que no te mojes.
o Opta por usar medias que sean de nylon en vez de usar medias de algodón
o Puedes probar untar en la planta y bordes del pie con vaselina, también
funciona una mezcla de cebo de Cuba mezclado a partes iguales con
mentholatum o vick vaporoub. Esta combinación repele la humedad y a la
vez lubrica la piel.
Al llegar al sitio de descanso, te quitas las botas y medias, las cuelgas de tal
manera que por gravedad destilen el agua que absorbe el acolchonamiento.
Mientras te vas al rio, te lavas los pies con agua y jabón, luego de secarlos,
puedes ponerle alcohol para eliminar la humedad y usar una crema fungicida para evitar los hongos en medio de los dedos.
Algunas otras lesiones provocadas por el calzado son las ampollas, están suelen salir por la fricción de la piel con la estructura de la bota o zapatilla. Estas se previenen de diferentes maneras.
- No use un calzado de su talla, cómprelo una medida mas grande.
- Preste atención a su pie, si es ancho o de empeine alto, eso es importante
al momento de comprarlo, los fabricantes producen modelos con esas
caracteristcias. - Al tener una ampolla, no la rompa hasta llegar al sitio de descanso, lave con
agua y jabon, luego aplique una crema a base de antibióticos. - Para reanudar la marcha colocate una curita de las grandes que te aislé la
lesión. - Hoy día hay curitas liquidas que son mucho mas efectivas.
- Alguien en su momento probo que el usar panty medias de mujer, era
efectivo para evitar ampollas, nunca lo he intentado, pero amigos si lo han
hecho y les ha funcionado. Pero antes de usar panty medias, enfócate en tu
calzado, si es nuevo, úsalo unas tres veces antes de usarlo en una gran
caminata, eso hace que tu pie se amolde a la forma del calzado.
Un último consejo, al amarrar tus botas, cuando los hilos pasan por el empeine, no los ajustes tanto, eso hace que te puedan salir ampollas en el empeine. Las ampollas que suelen salir en la planta del pie, tienen que ver mucho con el tipo de pisada que tienes, si eres pronador, o supinador.
Pie de trinchera.
Aunque estar en un largo trekking o un largo curso, es probable que no tengas un “pie de trinchera” si podrás padecer algo similar. El pie de trinchera como afectación a los soldados se identifica en la primera guerra mundial, donde los
soldados permanecian por muchos días en las trincheras llenas de agua e inclusive a temperaturas muy bajas dependiendo de donde estaban estacionados para la batalla.
Una prolongada exposición al pie con una combinación de frío y humedad causa que la piel se debilite y ablande, lo que causa pequeñas heridas en la piel al roce con la bota, e inclusive la piel por la humedad se abre, llegando inclusive a ocasionar una gangrena en sitios fríos.
Los primeros síntomas aparecen en la primeras 12 horas, picazón, piel fría, entumecimiento, hormigueo, la piel puede estar fría o no. En las horas que siguen puede haber edema, piel roja (eritrocis) piel azulada (cianosis) en algunos casos un sangrado leve.
Los primeros estudios decían que una de las causas que lo aceleraban era el uso de una bota muy apretada.
El tratamiento inicial es lavar los pies con agua y preferiblemente con un jabón antiseptico, remojarlos en agua tibia, secarlos y mantenerlos elevados. No deben ser frotados, ni ser puestos frente a fogatas o calor intenso.
El tratamiento pre-hospitalario conlleva administrar antibioticos, analgésicos y
suero antitetánico si aplica dentro de la historia clínica. En el tratamiento
hospitalario debes ver: linfangitis e hiperpulsatilidad arterial.
