JEFE ZARCO, «Nome». Siempre en la memoria. Por Ivan Batista.

JEFE ZARCO, «Nome». Siempre en la memoria. Por Ivan Batista.

En los ultimos 10 años se ha sentido el vacío del hombre, del maestro, del amigo, pero sus enseñanzas seran eternas.

Hoy 25 de marzo, recordamos la desaparición física de una leyenda que traspasa las fronteras de lo místico del aprendizaje de supervivencia en la selva. Su muerte en marzo del 2010 en la ciudad de Panamá, a los 96 años, nos dejo un vacío no sólo en el corazón, si no en lo fisico del andar, Manuel Antonio Zarco, «Nome» para sus amigos, Jefe Zarco para sus alumnos, se le veía caminar despacio de su casa en Santa Cruz de Gamboa hacia las orillas del lago a tomar su cayuco, para ir a su Embera katuma (pequeño pueblo) despacio y sin prisa se despojaba de su ropa de “hombre de ciudad” como él le llamaba y quedaba en su guayuco tradicional, se sentaba en su cayuco y remaba con paciencia, sorteando las algas, a despistados cocodrilos y asustadizas jacanas a su paso para la isla donde tenia su otra casa, que jamás dejo de usar.
Zarco, confirmo en el terreno la teoría de la supervivencia en selva, plasmada en experiencias recogidas durante las pasadas primera y segunda guerras mundiales, por su sabiduría pasaron más de 17,000 soldados del ejercito de los Estados Unidos, en sus cuatro ramas, incluyendo las fuerzas especiales y todos los astronautas del programa espacial de los años 60, la guerra de vietnam fue más llevadera para los soldados de los Estados Unidos gracias a los conocimientos adquiridos y probados en las selvas del área del canal, bajo el ojo del gran Nome; Tuvo de compañeros a otros grandes panameños, Ernest Sharp, Federico Mancilla, Mario Restrepo y Cristobal «tobita» Chen único vivo de los 5.
Zarco dejo un legado palpaple de lo que es la supervivencia en el tropico en: la brigada de supervivencia y rescate en selva, del cuerpo de socorristas de la Cruz Roja Panameña y en los ejercitos de Centroamérica y América del sur. Jamas he conocido hombre tan sencillo como Manuel Antonio Zarco, fue condecorado con la mas alta distinción que se le otorga a un civil en los Estados Unidos la medalla por servicio distinguido y la medalla de plata Snopy, en 1971 se le condecoro en la casa blanca con el nombre de General del Ejercito, dio conferencias en universidades, un cuadro con su figura cuelga en el museo del smithsonian y para él, era sólo un acto de los hombres.
Su especial respeto por la vida de la selva, enmarcado en el respeto de toda forma de vida, en el respeto a las poblaciones indigenas y sus costumbres, dejaron una huella en cada uno de sus alumnos, que hoy día siguen sus principios de – Meabenaba jumma dachia dibua dachi baicarea – (La selva te dará todo para vivir) El jefe Zarco no hablabla inglés, sus clases las daba en español con su hablar suave y pausado e igual como todas las personas bilingues, cuando se inspiraba en medio de la selva y tomaba entre sus manos una rama para explicar, hablaba en embera su lengua madre, de pronto él miraba las caras de los traductores sonreia y volvia a hablar en español, para hacer la traducción al inglés. Quienes tuvimos el honor de ser su alumno, hoy le decimos “zeda boridua evarida” (nos veremos pronto) extrañamos su cuerpo físico, pero vive en nuestras enseñanzas, recuerdos y en cada luna, pues los emberas cuando mueren habitan en ella.

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